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Las macrogranjas contra las personas y la vida

Las macrogranjas son negocios de fondos buitres y grandes corporaciones que buscan un beneficio rápido. La mecánica consiste en engordar rápido al ganado para venderlo pronto y obtener grandes beneficios. En contraposición, la ganadería extensiva tiene como protagonistas a pequeños y medianos ganaderos. Dónde el pequeño y mediano ganadero pone mimo y cuidado buscando la excelencia y la calidad, en el otro extremo, en la ganadería industrial se acumulan miles de animales maltratados en verdaderos campos de exterminio para optimizar los beneficios de unos cuantos capitalistas que no han visto el campo ni en pintura. Miles de animales que no se pueden ni mover, donde pululan las enfermedades, el mal olor y la contaminación del agua y de los suelos. Las macrogranjas atentan contra el planeta, la casa común de toda la vida, al ser responsable del 19% de las emisiones de gases invernadero. Deterioran el medio ambiente y el paisaje, favorecen la despoblación y destruyen empleo. Pero también suponen un peligro para la salud humana. Y no sólo hablamos de la bajísima calidad de la carne que se obtiene. Es un peligro para la salud humana porque los antibióticos que les suministran al ganado favorecen la aparición de bacterias causantes de infecciones humanas graves que ya son resistentes a la mayoría de los tratamientos disponibles.

Alberto Garzón no ha criticado al sector ganadero, ha criticado las macrogranjas, es decir a la mala ganadería, la ganadería industrial, y en la misma entrevista ha alabado a la buena ganadería, la extensiva. La reacción del PP, Vox y Cs que representan al sector de las macrogranjas era de esperar. Pero navegan contra el presente y el futuro. Porque la defensa de las macrogranjas corresponde al pasado, hasta tal punto que un organismo tan poco sospechoso de comunista como la Comisión Europea ha abierto un expediente a España por la contaminación de las macrogranjas, que en algunas comunidades alcanza a la mitad de su superficie. La reacción de algunos presidentes autonómicos del PSOE, como García-Paje, es de mayúscula hipocresía porque en su propia comunidad se ha aprobado una moratoria para limitar las macrogranjas.

De fondo, lo que tenemos es que hay elecciones. Y la manipulación de la derecha económica y política y sus aliados en el PSOE, claramente contrarios al gobierno de coalición, sólo buscan votos, engañando, una vez más, al mundo rural. Hay que recordar que ha sido UP quién ha sacado adelante la Ley de Cadena Alimentaria que prohíbe la venta a pérdidas. PP, Cs y Vox y la derecha del PSOE, entrelazada en mil vínculos con el gran capital que está detrás de la ganadería industrial, no defiende al pequeño y mediano ganadero, no defiende al medio rural, defiende su cartera.

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