Feliz navidad o feliz solsticio
En el siglo IV, el Papa Julio I estableció la fecha del 25 de diciembre como celebración del nacimiento de Jesús, coincidiendo con las fiestas paganas de las saturnales. En la Antigua Roma el solsticio de invierno era en honor a Saturno y había banquetes, regalos y también se jugaba a la lotería. Ocurría algo parecido en el Yule nórdico, donde la cerveza y el hidromiel junto a la carne de las matanzas llenaban las despensas para el invierno. También en Persia se celebraba el culto al dios solar Mitra el 25 de diciembre. En todas las culturas el solsticio está asociado a un cambio de ciclo: la victoria de la luz sobre la oscuridad, al ser los días más largos a partir de esas fechas (Solis Invicti). Es un rito de celebración de la fecundidad de la naturaleza, un canto a la vida que festejamos en familia y que hemos sacralizado. No por casualidad la Navidad fue prohibida por los puritanos ingleses en 1644. El gobierno puritano veía la Navidad como una fiesta pagana, sin ninguna justificación bíblica de que Cristo hubiese nacido el 25 de diciembre. Y la prohibición se mantuvo hasta 1660. Igual ocurrió en Massachusetts, entre 1659 y 1681. Así que feliz solsticio, feliz navidad, en el fondo es lo mismo. Es una fiesta pagana propia de nuestro sincretismo religioso actual.
