Introducción a la escuela
EL MÉTODO CCIC
La construcción colectiva inducida de contenidos
Se parte del rechazo a la concepción tradicional de la enseñanza como un proceso en que una persona activa qué sabe enseña (educador) y muchas personas pasivas qué no saben aprenden (educandos).
Esta concepción tradicional parte de la división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Así, Aristóteles en Ética a Nicómano (349 ane), sostuvo que había tres actividades básicas en los humanos: theoria (pensar), poiesis (crear) y praxis (hacer). En relación con estas tres actividades se encuentran tres tipos de conocimiento: el teórico, encaminado hacia la verdad; el poiético, encaminado hacia la producción y el práctico, orientado a la acción. En nuestro cursillo básico de formación vamos a intentar reemplazar esta enseñanza tradicional por un proceso creador colectivo en que todo el grupo enseña, aprende y trabaja activamente.
Decía Hegel a sus estudiantes: «lo primero que hay que aprender aquí es a estar de pie». Es decir, en tensión, alertas, en actividad, en actitud creadora. La persona que estudia algo debe recrear ese algo dentro de sí mismo. No es cuestión de recibir pasivamente algunas nociones. Lo que hay que hacer es investigar, penetrar intensamente en la materia que se quiere aprender y dejar que esa materia penetre profundamente en el intelecto y en la emoción del que aprende. Si no, no hay aprendizaje posible. Sólo se aprende a través de la investigación. De modo que nuestra tarea será investigar juntos, eso es el método CCIC.
Para ello vamos, a desarrollar la siguiente dinámica. Primero se lee un texto en casa y en la sesión presencial de la escuela en la siguiente semana se debate como introducción al tema en cuestión. Para la primera sesión, Cómo se formó la sociedad, vamos a leer el libro La Fuerza de los Fuertes, de Jack London.
JACK LONDON
Novelista, periodista y corresponsal de guerra
Jack London fue un escritor californiano del siglo XIX que abrazó ideas socialistas como producto de su agitada vida. Su padre nunca lo reconoció, su madre estaba desequilibrada y fue criado por su vecina afroamericana, Virginia Prentiss, que nació esclava y llegó a ser líder local del movimiento de mujeres negras. Abandonó los estudios a los 14 años para ponerse a trabajar. Fue marinero, pescador, buscador de oro, boxeador, vagabundo (por lo que fue condenado a 30 días de cárcel en Nueva York)… Con 20 años consiguió entrar en la Universidad pero la abandonó a los pocos meses.
London fue autor de novelas de enorme éxito, muchas de las cuales fueron llevadas al cine como La Llamada de la Selva (varias veces llevada al cine, la última vez en 2020, interpretada por Harrison Ford), El Lobo de Mar, Colmillo Blanco, Cuentos de los Mares del Sur, Martin Eden. En El Talón de Hierro (1908) anticipa el fascismo. Su obra, La Peste Escarlata (1912), fue señalada en 2020 como profética de la epidemia del coronavirus. Jack London es el décimo octavo escritor más traducido de todos los tiempos.
EL LIBRO
La Fuerza de los Fuertes, de Jack London
La Fuerza de los Fuertes (1911) es una parábola en la que London nos desvela un proceso mediante el cual una economía de subsistencia, de cazadores recolectores, organizada comunitariamente, evoluciona hacia una economía que produce excedentes y dónde comienza una apropiación individual de los mismos, dando lugar a la aparición de la propiedad privada, del dinero y la desigualdad, así cómo del estado y sus instituciones para garantizar el nuevo status quo: los vigilantes armados que protegen a la élite (policía y ejército); Bola de Sebo, el intermediario con dios que la bendice (Iglesia), el Pulga que cantaba canciones (medios de comunicación e ideología), etc.