Un debate lleno de falsedades y trampas que aburrió a todo el mundo

Primera mentira de Feijóo: «Usted es el tercer presidente que menos empleo ha creado, ha creado más empleo el presidente Rajoy».

No es verdad, a fecha de hoy el Gobierno de coalición progresista ha creado 300.000 empleos más que Rajoy.

Segunda mentira de Feijóo: «Teníamos un pacto de Estado contra la violencia de género. Lo habíamos firmado todos, todos salvo Podemos”.

Falso, Podemos sí lo firmó, quién no lo hizo fue el socio del PP y de Feijóo, el partido de Abascal, Vox.

Tercera mentira de Feijóo: «Tenemos menos autónomos que en 2019. En el último año, tenemos 43.000 autónomos menos».

No es verdad, en el último año hay prácticamente el mismo número. Y durante todo el mandato han subido en 77.823 más.

Cuarta mentira de Feijóo: «Estamos pagando en la factura de la luz un 20% más que en la Unión Europea».

No es cierto. La excepción ibérica y el tope al gas han ahorrado 5.000 millones de euros en facturas de la luz a las familias. El precio o está más bajo o igual, pero no más alto que otros países de la UE.

Hubo más mentiras. Mintió sobre la deuda gallega que él incrementó, responsabilizó a Sánchez por la quiebra de Caja Madrid que dirigía Miguel Blesa, el amigo de Aznar, y después Rodrigo Rato, el vicepresidente de Aznar. O sea, el PP. Todo un despropósito que Sánchez no supo aprovechar.

Por ejemplo, cuando Feijoo le dijo que no insultara a los pensionistas, Sánchez tenía una respuesta bordada: «Subir un 0.5 las pensiones, como hizo Rajoy, es insultar a los pensionistas, aumentar un 8.5 es respetarlos». Ocasión perdida. Sánchez no aprovechó la oportunidad.

De hecho, el presidente actual y candidato del PSOE, compró todos los marcos discursivos del gallego, incluidos los viajes en Falcón y lo de «vota chapote», es decir, perdió un tiempo valioso para intentar ganar en un terreno previamente perdido.

No hay segundo cara a cara, hay un sólo debate a dos, y Sánchez perdió oportunidades importantes de dejar en ridículo a un Feijóo que abusó de mentiras. Siendo mucho más brillante que Feijóo, éste le ganó la partida, arrinconó al candidato del PSOE, que visiblemente incómodo, no daba crédito al discurrir del debate.

Para ser justos, vimos una discusión más que un debate. Los moderadores de Atresmedia dejaron hacer y lo pagó la ciudadanía que se enteró de bien poco.

En el colmo de la vacilada, Feijóo se permitió desafiar a Sánchez a firmar un documento para dejar gobernar al que tenga más votos. Y Sánchez decía: pregúnteselo a Fernández Vara, en referencia al presidente extremeño que ganó las elecciones y que ha sido desplazado por un acuerdo de perdedores, del PP y de Vox. Algo que también ocurrió en Andalucía en el primer gobierno de Moreno Bonilla en 2018, cuando ganó el PSOE de Susana Díaz. Aquí de nuevo Sánchez perdió la oportunidad de desenmascarar a Feijóo y su propuesta, que sólo es válida cuando ellos están en cabeza.

En fin, un «debate» prescindible, que no ayudó a los indecisos, donde Feijóo cumplió su objetivo, mientras que Sánchez no tuvo su mejor noche.