Política

14 de abril de futuro

Yo no miro el 14 de abril sólo por lo que supuso en el pasado sino también por lo que evoca para el presente. Ser de izquierdas y monárquico es una contradicción en sus propios términos. Toda institución monárquica, al estar fundamentada sobre un privilegio de nacimiento, es profundamente antidemocrática. La república, de por sí, es expresión de democracia radical. La restauración de los Borbones tras la dictadura fue una decisión política del franquismo y una imposición del régimen surgido en La Transición. La monarquía española es reaccionaria hasta el tuétano, mantiene hilo directo con la derecha económica, judicial, mediática, militar y política y como se ha demostrado, es un sostén de la corrupción sistémica que asola la democracia. La abolición de cualquier monarquía siempre es objeto de celebración, pero la caída de la monarquía española, en particular, no sólo representará una fiesta democrática sino una oportunidad histórica para avanzar hacia nuevos retos sociales. El horizonte republicano es un horizonte de profundización democrática.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *