El asesinato de Caparrós, crimen de estado
Manuel José García Caparrós no se disponía a colgar una bandera andaluza cuando fue asesinado por la policía. Los hechos fueron así: La Diputación de Málaga, gobernada por un franquista, Francisco Cabeza (aún faltarían dos años para las primeras elecciones municipales democráticas) se negó a izar la bandera andaluza en su fachada como si hicieron muchas otras instituciones.
Al pasar la manifestación ante el edificio de la Diputación un joven de 18 años escaló su fachada con una bandera andaluza y consiguió colgarla entre los vítores de las miles de personas que contemplaban atónitas lo que estaba pasando. Se llamaba (ya falleció) Juan Manuel Trinidad Berlanga y era de Utrera (Sevilla). La policía lo detuvo en el balcón y a continuación salieron cientos de antidisturbios disparando balas de goma y botes de humo.
Con la carga policial, la manifestación quedó cortada por la mitad y miles de personas se dispersaron por las calles adyacentes. En la radio policial se decía esto: “Pegad muy fuerte, muy fuerte, muy fuerte, al que veáis. No dejad que la gente se mueva”. En la manifestación había miles de familias con niños. 200.000 malagueños y malagueñas secundaron la convocatoria. Estos hechos ocurrían cuando la cabecera de la manifestación comenzaba a leer el manifiesto para clausurar la misma en el Puente de las Américas. Gran parte de la manifestación era ajena a lo que estaba ocurriendo.
A las 2 de la tarde, a unos 500 metros de la Diputación, en el Puente de Tetuán, un grupo de policías que ya habían agotado el material antidisturbios vieron a cientos de personas volviendo del Puente de las Américas y a otras tantas intentando seguir el recorrido por el otro lado y la emprendieron a tiros. 23 balazos dijeron que hubo. Dos heridos de bala, una joven y un niño de 14 años.
A Caparrós le disparó, según los testigos, un policía alto (1,80) y corpulento, a unos 15 metros de distancia, el cuál disparó cinco veces. Fue en la esquina de la calle Vendeja con Alameda Colón. La bala le entró por la axila izquierda en trayectoria trasera y se le incrustó en el costado derecho, cerca de la cadera. Caparrós falleció desangrado, llegó cadáver al hospital a las tres menos veinte.
Según informa Público, en 2007, la investigadora y secretaria judicial Rosa Burgos desveló que el informe de balística del Ministerio del Interior concluye que el arma de M.P.R, “puede haber disparado la bala ‘dubitada’, la extraída del cuerpo de García Caparrós”. La pistola de la que presuntamente salió el proyectil que mató a García Caparrós, perteneciente al cabo M.P.R, ya fallecido, “fue dada de baja poco después, según subraya el informe de la investigación”.
Manuel José García Caparrós tenía 19 años, era trabajador de Cervezas Victoria y militaba en CCOO y en el PCE. No hubo una investigación judicial adecuada, se intentó ocultar los hechos. Los policías implicados fueron destinados a otros lugares. Hubo carpetazo. Y la causa judicial terminó archivándose, a pesar de que la autopsia dejó claro que murió por herida de bala.
Se pudo conocer perfectamente al autor de los disparos, pero no se quiso. En Málaga hubo huelga general y tres días de guerrilla urbana con multitud de enfrentamientos. El postfranquismo tapó un crimen de estado contra el pueblo andaluz. 43 años después aún se puede conocer la verdad.