Error del Supremo
El Supremo se ha equivocado. Y no es cualquier equivocación. En esta supuesta democracia dejar impune las injurias de Ortega Smith (Vox) contra Las Trece Rosas llena de indignación a cualquier persona honrada. Smith dijo que las jóvenes asesinadas en 1939 por el franquismo “torturaban, asesinaban y violaban vilmente”. El Tribunal argumenta que la acción penal por injuriar queda extinguida cuando la persona ofendida fallece. Con esta sentencia, el Supremo ha dado un espaldarazo a la extrema derecha y a la incitación al odio, justificando a su manera los crímenes franquistas. Vox estará contento, acaba de meter un gol por la escuadra a los valores democráticos.
