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I Cuba I Democracia vs dictadura, un dilema falso

Ha ocurrido algo gravísimo en Haití. Un comando de 30 paramilitares colombianos contratados por una empresa de mercenarios de Florida, ha asaltado la residencia presidencial y ha torturado y asesinado al presidente electo. Muy probablemente, ese comando fue enviado por la oligarquía que domina la economía haitiana. No hubo escándalo mundial, ni grandes debates en redes, ni siquiera manifestaciones. No es indiferencia mediática, es decisión política.

Partiendo del hecho de que se está hablando de Cuba en el mundo porque así lo han decidido las grandes corporaciones mediáticas que controlan la comunicación global de la que participa el oligopolio que gestiona la información en el Estado español, debemos ir un poco más allá que quedarnos en el relato simplón de la derecha política y mediática que solventan el debate simplemente demonizando a Cuba como una dictadura. Fin del debate. Cómo si tal determinación legitimara su plan no público respecto a Cuba: justificación del bloqueo, deterioro e inestabilidad creciente para implantar la recolonización. Ignacio Ramonet lo dejó muy claro ayer: «No hay dudas de que es algo premeditado, y toda la artillería de las redes sociales se puso en marcha para a partir de una pequeñita dosis de realidad lanzar un guion absolutamente apocalíptico, que no tiene nada que ver con la verdad».

Todo lo relacionado con Cuba tiene que ver con una guerra fría que ganaron los EEUU y sus aliados pero que aún deja ciertas lagunas sin resolver desde el punto de vista de la supremacía imperial. Cuba es una de ellas. Y por eso toca hablar de Cuba y no de Colombia donde las fuerzas policiales han asesinado a 70 personas en las protestas populares de estos dos últimos meses. A Colombia, donde tenemos a cientos de personas desaparecidas, violadas y torturadas, se le considera una democracia. EEUU lideró el llamado «mundo libre» y también se define como una democracia. Allí sólo puedes votar de manera efectiva a dos partidos prácticamente iguales en lo fundamental y que representan a los mismos intereses de clase. Un país donde no tienes seguro de desempleo ni seguridad social. Donde la mitad de la población masculina negra ha pasado por la cárcel y la mitad de la población masculina blanca es universitaria.

Veamos otros casos. Israel, considerada la única democracia de Oriente medio, tiene leyes discriminatorias y racistas, aparte de ser un estado que comete crímenes de guerra y de lesa humanidad contra la población palestina en los territorios ocupados, porque no olvidemos que Israel se asienta sobre una brutal limpieza étnica del pueblo palestino que originariamente vivía allí y fue expulsado militarmente de sus ciudades y pueblos en 1948.

En España, también considerada una democracia, hay militares en la reserva que se permiten plantear el fusilamiento de 26 millones de compatriotas, incluidos niños, y no les pasa nada. En la piel de toro de Estrabón, los medios de comunicación, los bancos, los jueces y hasta la policía se conjuran para evitar el triunfo de determinados partidos y volver al añorado bipartidismo. Y dónde se despide a periodistas demócratas por decir la verdad. «Pero se vota cada cuatro años», dicen. Que se lo pregunten a los griegos que votaron a Syriza por mayoría absoluta de qué les sirvió ejercer el derecho democrático al voto. No pararon hasta derribar ese gobierno obligándolo a hacer las políticas contrarias que propugnaba.

Va a resultar que la democracia sirve cuando les sirve a los de siempre y que es el resultado de la correlación de fuerzas en cada momento. Porque cuando los poderosos entienden que la continuación de la democracia entra en conflicto con sus intereses, su fe en la democracia se disipa y apuestan por métodos menos diplomáticos y más coercitivos.

Lo cierto es que hablar de democracia en abstracto es un error de ingenuidad supina. Grecia inventó la democracia. Pero la democracia griega era para una minoría de la población. La inmensa mayoría, los esclavos, una mercancía que se compraba y se vendía, no tenían derechos políticos, eran «objetos parlantes». Las mujeres tampoco. Para Aristóteles: «el esclavo no tiene en absoluto la facultad deliberativa; la mujer la tiene, pero sin autoridad; y el niño la tiene, pero imperfecta». La democracia lo era para una minoría masculina, descendiente de griegos y libre de deudas. Recuerdo este origen para que no nos perdamos.

La democracia, además, no sólo tiene que ver con las libertades democráticas de opinión, reunión, manifestación, cada vez más en cuestión por la deriva autoritaria del capitalismo actual. También tiene que ver con los derechos colectivos básicos que hagan materialmente posible una vida digna. En el siglo XXI no podemos hablar de democracia bajo el enfoque estrictamente liberal de las revoluciones ilustradas del siglo XVIII.

La democracia como régimen político de una sociedad está entrelazada con la base económica en la que se sustenta y el carácter de estado que disponga. No hay democracia pura en ningún lugar del mundo. Mientras que exista el estado como instrumento de dominación al servicio de las élites (ya sean capitalistas o burocráticas) no existirá una autogestión democrática de la ciudadanía. Mientras que existan intereses de clase enfrentados no podrá existir una administración libre y democrática de lo común. Así que no caigamos en las trampas que nos ponen. El debate dictadura vs democracia es un debate demonizado que sólo se aplica a aquellos países que el imperio necesita crucificar. Y empezar y terminar ahí es sólo seguirles el juego. Hay que escapar de ese guion pre establecido y abrir un debate sobre la cuestión intelectualmente libre de prejuicios.

Dar lecciones de democracia desde nuestra imperialista Europa que ha colonizado a cientos de pueblos, expoliado sus riquezas y masacrado poblaciones enteras es un ejercicio de hipocresía política. La ilustre izquierda europea ni somos los dueños de los procesos de liberación nacional y emancipación social de otros pueblos ni ejercemos liderazgo moral alguno sobre los mismos, porque no somos los protagonistas, no somos los que sufren, a los que matan, a los que oprimen.

Dice mi amigo, Antonio Garrido: «Hay una cuestión democrática y de principios radical: el derecho de los pueblos a no ser bloqueados, agredidos, sometidos a todo tipo de acosos financieros, diplomáticos, políticos, militares, etc… Esa es la cuestión. El proceso de la revolución cubana está lleno de luces y sombras, páginas heroicas y de alto valor moral y de páginas de autoritarismo, burocratización y déficits democráticos. Defender a Cuba es defender el derecho de los pueblos a decidir su destino y a resistir a la injerencia y la agresión de los poderosos». Efectivamente, Cuba es un referente. Dos vacunas cubanas pueden salvar a millones de personas pero debido al bloqueo no tienen jeringuillas. Esta noticia resume la realidad.

Para poder ejercer derechos políticos tenemos que tener cubiertas las mínimas necesidades básicas: poder comer, beber, vestirnos, tener un techo… y para ello, se necesita disponer de salud. Para poder ejercer derechos políticos y que no te engañen, se necesita una educación crítica que te permita orientarte sin caer en manipulaciones. Muchas de las así llamadas democracias no son capaces a día de hoy de garantizar la satisfacción de esas necesidades. Y son cascarones vacíos donde puedes votar cada cuatro años en un espejismo de libertad donde siempre salen los mismos perros aunque hayan cambiado de collar. Porque está demostrado históricamente que ninguna élite ha abandonado voluntariamente un gobierno, y mucho menos, el poder real, si sus intereses se ven amenazados. Ejemplos sobran en la historia.

Un comentario en «I Cuba I Democracia vs dictadura, un dilema falso»

  • PRIMERO Y FUNDAMENTAL:
    – DEMOCRACIA = FALACIA PARA ENMASCARAR LA LIBERTAD Y CAPACIDAD DEL SUJETO PARA DECIDIR SU DESTINO.
    Así, en efecto lo de «UN HOMBRE, UN VOTO, es la sutil forma de disfrazar la plena libertad de elección. No puede considerarse igual el voto de un universitario «plurititulado» con el del pobre analfabeto ignorante de derechos y deberes. Tal vez lo de las «obligaciones» sí lo conozca de primera mano, para eso están los órganos de represión del estado y la multitud de obstáculos a los que nos somete la «administración» en cualquiera de sus «escalones» (nacional, autonómico o local).
    A todo esto hay que agregar la peor de las lacras: LA FALTA DE UNA EDUCACIÓN IGUALITARIA Y, sobretodo, GRATUITA E IGUALITARIA A TODOS LOS NIVELES.
    Y… como continuar sin ponerse a llorar…

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