Llorar por Gaza
En 2006 tuve la oportunidad de visitar durante 15 días la Franja de Gaza y Cisjordania. Pude conocer a un pueblo valiente que lleva décadas resistiendo la ocupación colonial y el apartheid israelí. Un pueblo que fue expulsado, en una práctica documentada de limpieza étnica, de sus ciudades y pueblos en 1948: el Plan Dalet.
Meses antes de la supuesta primera guerra Árabe-Israelí de la que todos los documentales te hablan, 50.000 paramilitares israelíes, entrenados muchos de ellos en la 2ª Guerra Mundial por el ejército británico se dedicaron a asaltar ciudades y pueblos palestinos, expulsando a cientos de miles de palestinos.
El historiador israelí, Ilan Pappé, lo relata rigurosamente en su libro sobre la Naqba. Se tuvo que exiliar. Gaza lleva décadas soportando los bombardeos indiscriminados e inhumanos con absoluta indiferencia del mundo occidental. Dos millones de personas que no pueden salir de una franja de 6 km de ancho y 40 de largo, sometidos durante décadas a esta barbarie, en un moderno campo de concentración. Es un genocidio.